Sanar

PRH Ibérica

Lun, 03/20/2023 - 19:26

Los libros, cursos de formación, terapias, técnicas de trabajo personal, etc., son, por supuesto, herramientas válidas para el crecimiento, pero a la base de ellas siempre ha de estar la decisión de la persona de hacerse cargo de sí misma, acogerse y detenerse a escuchar su interior.

Sanar no consiste en hacer reiki, tampoco en tomar flores de Bach. Sanar no es armonizar chakras... Ni siquiera es leer libros de autoayuda o hacer cursos de formación personal. No.

Sanar es hacerte cargo de ti mismo, y eso consiste en adentrarte en tu propio ser, abrirte a la consciencia de quien eres sin vendas ni reparos y confiar en las intuiciones profundas. Sanar tiene que ver con algo profundo e intenso, lejos de lo somero o efímero. Sanar consume cierta energía y tiempo, pide dedicación y constancia... Por eso muchos nos hemos acallado, desoído o negado durante años.

 Sanar requiere por otro lado mucho, mucho cariño, porque la perfección hoy no ha venido. Ni mañana, ni nunca.

Lidiar contigo mismo y tu resistencia a los cambios también es sanar.

Sanar es abrir con cariño las heridas o cicatrices y escuchar el origen de su dolor sin quedar atrapado por él. Sanar es recorrer el camino desde la sensibilidad herida hasta el corazón, que está hecho para amar y ser amado. Sanar es permitir que desfilen una a una las emociones, liberando completamente su contenido, tímido y sutil unas veces, ensordecedor y chirriante otras. A estas alturas todos hemos experimentado el alto precio de salud corporal y espiritual que tiene amordazadas nuestras emociones. ¿Sirve para algo silenciar síntomas con medicamentos, si no buscamos su origen?

Sanar es focalizar la atención para comprender los porqués, para poder perdonarte y llegar a soltar, al fin, recelos y rencores, apegos y dependencias, miedos absurdos y preocupaciones desmedidas.

Sanar es ir "pa adentro", silenciarte, meterte en tus propias sombras y abrazarlas como una parte más de lo que eres. Sanar es descubrir que el miedo no tiene consistencia cuando lo miras de frente. Es solo niebla espesa que te impide ver lo que de verdad hay en ti y a tu alrededor.

Conocer, gustar y compartir las luces que habitan en tu espacio interior también es sanador, porque te augura un nuevo modo de sentir y vivir.

Sanar transforma el encogimiento en despliegue maravilloso, porque libera lo que se enquistó y permite descubrir la novedad incluso en lo que ya era solo recurrente y cíclico.

Reiki, cursos, libros… son sólo herramientas, ayudas válidas, sí, pero el verdadero canal de tu sanación eres definitivamente tú..., cuando despiertas, te escuchas, comprendes y te atreves a quererte de verdad.

Sana, sana, culito de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana”.

Puedes aplazarlo o afrontarlo. Puedes seguir buscando fuera o bucear en tu interior. Tú decides.

Carlos de Vera. Agradecido a la formación PRH

Comentarios

Rosa
3 Diciembre 2024
Muy cierto. Nada se hace en nosotros sin nosotros
Lola
3 Diciembre 2024
Gracias Carlos, qué preciosidad, y si lo escribes así, es porque lo has vivido.
Gracias por el recordatorio
Vicky Domínguez
3 Diciembre 2024
Gracias por tu artículo,Carlos.
Me ha parecido novedoso por como describes y detallas lo que conlleva sanarnos,me llega con matices frescos,dinámicos y posibles. Leerlo me ha estimulado a seguir apostando por mi sanación y despliegue.
Yo también agradecida ,muy agradecida a PRH.
Normand
3 Diciembre 2024
Recorrer ese camino implica vivir las actitudes de Voluntad de conocerse y Apertura a la realidad interior. Viviéndolas uno se da cuenta que resulta difícil mantener esa voluntad y esa apertura porque lo que somos, lo que tenemos dentro, lo que quiere emerger nos hace tambalear y cambiar la imagen que teníamos antes de nosotros mismos. Abrirse a sus luces y sombras no es fácil pero cuanto provecho para llegar a más felicidad.

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