Una de las premisas para aceptar algo difícil que vivo, venga del exterior o de mi interior, es poder acogerlo sencillamente, con humildad, tal como es, sin ponerle ningún “pero”.
Este “pero” bloquea de hecho la acogida de esta realidad, me pone en cierta manera contra ella. Y justamente se trata de lo contrario: acoger, aceptar la realidad o mi realidad, lo que supone “abrazarla”, por decirlo así.
Esto mismo nos ocurre con facilidad al hablar: afirmamos algo y le añadimos un “pero”. Lo he observado en mí misma y en otras personas. Es algo poco constructivo, nos sitúa en un escenario de dicotomía, de no reconocimiento.
Todo lo que viene, lo que hemos expresado antes de un “pero” ya no es válido, sea por escrito en un análisis, sea en una conversación.
“sí, lo comprendo, pero…” – Este pero invalida la comprensión
“es cierto lo que dices, pero… - Este pero deja de lado el acuerdo que manifiesto.
Hace tiempo participé en una formación en la que nos invitaron a hacer el siguiente ejercicio: cambiar el “pero” por “y además”. Me resultó interesante y motivador, y, como suele ser mi costumbre, me puse a ello. Realmente me resultó difícil en un primer momento; tengo tan asimilado esta expresión que me sale sin querer, de una manera casi automática. Experimentando a menudo este cambio, que me supone además una gran consciencia para no caer en el automatismo, he aprendido que también sirve la expresión “y a la vez”.
“sí, lo comprendo, y además…”
“es cierto lo que dices, y a la vez …"
Y además…, y a la vez… me permite no solo aceptar lo que me es difícil, acogiendo más ampliamente mi realidad, sino que también me invita a una creación conjunta.
En el caso de una conversación con alguna persona, mi aportación se añade a la de la otra persona, es la suma de la interacción.
Esta manera de expresarnos nos introduce en una dinámica colectiva, y el verdadero diálogo se hace más fluido y posible.
Naturalmente, como todo aprendizaje, requiere práctica, una práctica que impulsa a cada logro ¿Te animas a probar?
¡Cuéntanos tus avances!
Gracias por tu artículo.
Un abrazo.