Charlando con mario águeda

Me ha gustado mucho la sencillez, naturalidad y la "miga" de lo expresado
gracias por ese encuentro que lo he sentido tan fraterno.

Qué iniciativa tan bonita y sencilla, me habla de humildad y de transparencia hacia el público.

"El crecimiento de la otra persona hace que mi crecimiento como persona vaya mas lejos", me llega esta frase y me lleva a tomar conciencia de la dimensión y carácter transitivo de mi trabajo personal. No solo que amplia mi mundo interior y su profundidad, sino que toca a las personas cercanas y como en una espiral...a toda la humanidad.

Me ha tocado hondo su testimonio. Y lo siento fundamentalmente "verdadero", le creo, eso es esencial en el marco del crecimiento de las personas. Alguien en "quien creer y que inspire confianza", justamente hoy donde la ambigüedad parece ser el valor más ostensible. Lo he sentido profundamente humano, humilde, fraterno y muy lúcido. Alguien importante para este mundo que vivimos.

Lo que más me llega al escucharte, Mario, es el valor de la presencia, un valor que no has nombrado pero que percibía claramente en ti. Estar presente es escuchar por dentro y por fuera, al otro y a sí mismo, y dejar salir lo que brota en el interior de una manera nueva porque no conoce el pasado sino sólo el presente. La presencia no tiene prisa, es pausada y atenta. Transmite paz y bienestar. No necesita de muchas palabras. Es sencilla. Es estar y ser. Gracias por transmitir todo esto.